Una "formación precisa" es un proceso de aprendizaje enfocado en adquirir o actualizar conocimientos y habilidades específicas que son necesarios para un puesto de trabajo concreto, una necesidad organizativa o el desarrollo profesional en un área determinada. Se distingue por su enfoque directo y sus objetivos claros, como mejorar el desempeño, adaptarse a cambios tecnológicos o cumplir con normativas específicas.
Características clave de una formación precisa
- Objetivos definidos: Se diseña para lograr metas concretas, como enseñar a un empleado a usar un nuevo software, actualizar sus conocimientos sobre una ley o perfeccionar una técnica.
- Contenido especializado: Se centra en un área temática particular, a diferencia de la educación formal que suele ser más general.
- Adaptada a las necesidades: Responde a una brecha entre las competencias actuales y las que se requieren para el puesto o la empresa, ya sea por cambios en la tecnología, nuevas responsabilidades o para cumplir con la normativa.
- Aplicación práctica: Busca que el aprendiz pueda aplicar lo aprendido de forma inmediata en su trabajo para mejorar su eficacia.
- Flexibilidad en la modalidad: Puede impartirse de manera presencial, online o mixta, siempre que se garantice la correcta asimilación de los contenidos.
- Ejemplos
- Formación obligatoria: Un curso sobre prevención de riesgos laborales específico para el puesto de un trabajador, ya sea en su parte teórica o práctica.
- Formación tecnológica: Un taller para aprender a usar un nuevo sistema de gestión que se acaba de implementar en la empresa.
- Formación continua: Un curso de especialización para que un profesional sanitario se mantenga al día con las últimas técnicas en su especialidad.
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